Este es el segundo y último post de esta mini serie sobre “cómo cambiar tu vida”. En el que te quiero ofrecer el que, para mí, es el elemento clave para conseguir realizar un cambio radical en tu vida.
En el post anterior viste tres estrategias, que usamos todos a menudo, y el resultado que nos ofrecen.
1. Viste porqué no sirve pretender que las cosas cambien. Las cosas son como son, y no está en tus manos hacer que sean distintas.
2. Viste, también, porqué es tan difícil conseguir un cambio a base de cambiar tu actitud y tu conducta. Sobretodo cuando, además, eso no va alineado con lo que sientes.
3. Y viste, también, lo difícil que resulta cambiar lo que sientes, respecto a lo que vives. Ya que tu no controlas tus emociones.
En el post de hoy, te voy a regalar la Joya de la Corona. La Piedra Angular que te va a permitir sostener un cambio radical en cualquier área de tu vida: EL CAMBIO en mayúsculas.
El Cambio en MAYÚSCULAS
Para mi, un CAMBIO en mayúsculas implica un CAMBIO EN TU EXPERIENCIA DE VIDA. Porqué lo que sucede, de entrada, no lo puedes cambiar.
Y un cambio en tu experiencia de vida, sólo sucede cuando sientes emociones distintas a las que venias sintiendo. A pesar de que lo que estés viviendo, sea lo mismo de siempre.
Sentirte distinto, frente a las mismas situaciones, en realidad no cambia nada. Pero, para ti, lo cambia todo. Porqué ahora te sientes distinto en esa situación que tanto te afectaba. Y eso te proporciona la sensación de ser distinto. De vivir otra vida. De haber cambiado tu vida.
Y sentirse distinto, necesariamente, viene acompañado de pensamientos distintos. Por lo tanto, de forma natural y sin esfuerzo, empezarás a hacer cosas distintas. Te saldrá del alma hacerlas así, sentirás que es lo que toca. Y el resultado, de forma natural, será distinto.
Y unos resultados distintos, necesariamente, te traerán una experiencia de vida distinta. Así que mira tú por donde, sin pretenderlo, las cosas que querías que cambiaran empiezan a cambiar de verdad.
Y aquí se cierra el círculo. Si te das cuenta, EL CAMBIO en mayúsculas que buscabas ya se ha producido.
Ya suceden esas cosas distintas, que te hacen sentir emociones distintas. Y asociadas a esas emociones distintas, vienen unos nuevos pensamientos. Que te llevan a nuevas acciones, que refuerzan esas cosas distintas que ya venían sucediendo. Y vuelta a empezar.
Has cambiado tu vida. El cambio radical ya es una realidad para ti.
La Piedra Angular
Y aquí llega la madre del cordero. Fíjate porqué lo que te voy a contar bien vale su peso en oro.
La vida de las personas se cierra en círculos:
experiencia -> emoción -> pensamientos -> acciones -> resultados -> experiencia
Y vuelta a empezar.
Y como solemos pensar siempre lo mismo (nuestro diálogo interno), y sentirnos de forma muy parecida todos los días (nuestro estado emocional), las acciones que emprendemos y los resultados que obtenemos, nos llevan a experiencias de vida parecidas. Nuestra vida parece que no cambie: siempre más de lo mismo. Y aquí es cuando tu dices: -¡Quiero un cambio en mi vida!
Romper este círculo cerrado es el quid de la cuestión. La pregunta es: ¿en qué punto se puede romper?
Tienes la pista un poco antes:
…un cambio en tu experiencia de vida, sólo sucede cuando sientes emociones distintas a las que venias sintiendo…
Es decir: abres el círculo cuando puedes sentir emociones distintas en esas situaciones que, habitualmente, te generaban otras.
-¿Y cómo se hace esto?- te estarás preguntando -Uno no controla, de forma racional, las emociones que experimenta-.
¿Cómo consigues cambiar tu vida?
Para poder sentir una emoción distinta frente a un mismo hecho externo, necesitas sentir la emoción que ya deseas antes de que sea una realidad esa experiencia que realmente te provocará esa emoción.
Tienes que sentirte como si eso que deseas cambiar en tu vida, ya hubiera sucedido
-Y esto, ¿cómo se consigue?- Te estarás volviendo a preguntar.
Y ahí va el secreto:
Consigues cambiar una emoción, modificando las causas que generan esa emoción
Vamos a ver esas causas. No te despistes, que ahora viene lo bueno.
La Génesis de una Emoción
El proceso en el que se crea una emoción en ti, es algo parecido a lo que sigue:
1. Los estímulos externos son percibidos por tus sentidos: la vista, oído, olfato, gusto y tacto.
2. Este estímulo llega al sistema límbico y genera una emoción, que no controlas de forma racional. Y de ahí surgen tus respuestas impulsivas, no razonadas,… Que en un momento dado pueden salvarte la vida, o todo lo contrario.
Hasta aquí, el proceso es el mismo que para el resto de los animales. Y, hasta aquí, no te aporta muchas opciones, en cuanto a un cambio radical de vida me refiero.
Aún que sean unas emociones que no controlas, no debes preocuparte por ellas, ya que no determinan tu vida. Estas emociones tan primarias no llevan asociadas ningún diálogo interno y por tanto tampoco pueden crear en ti un estado emocional.
3. Unos instantes más tarde el córtex pre-frontal procesa todo el tinglado. Y ahí empiezas a tener la opción de decidir. Si es necesario seguir con esa reacción, o es preferible modificarla. Aquí empieza la gestión emocional.
Esta segunda parte es propia de los humanos (desconozco si los chimpancés, los delfines y algún otro animal con un córtex desarrollado, también tienen esta capacidad. Pero este sería otro tema).
Este procesamiento posterior te permite modular, y eventualmente modificar, tu respuesta.
4. Y, a continuación, se impronta esta experiencia en tu memoria, para tenerla a mano en futuras ocasiones. Así se produce el aprendizaje, asocias una idea a esa experiencia emocional.
Esa impronta emocional grava ese recuerdo en tu memoria. Y cualquier experiencia emocional similar, resonará con esa impronta para permitirte recuperar el aprendizaje y adaptar mejor tu respuesta en la nueva ocasión. ¡Pura supervivencia!
La Impronta Emocional
Este proceso es muy sofisticado, ¿no te parece? ¡Los seres humanos somos increíbles!
Sin embargo, y aquí esté el tema, así es también como se genera todo tu Sistema de Creencias al completo. Cualquiera de tus creencias es una idea aprendida que está gravada en tu memoria con la frecuencia de la emoción que la improntó.
Entonces…
· A cualquier emoción similar le asociarás un concepto mental parecido.
· Y cualquier concepto mental similar, te provocará una emoción parecida.
Ahí tienes tu Sistema de Creencias en acción. Y tu vida ha entrado en bucle. Y aquí es donde quería llegar con todo este rollo, espero que me perdones.
Porqué la impronta emocional, que sustenta una creencia, es la que te hace sentir una emoción similar frente a una experiencia similar.
Cambiar la impronta te permite sentir emociones distintas frente a un mismo suceso
Y eso es lo que querías, ¿no?
Desactiva tus Improntas Emocionales
Ahora ya sabes lo que hay que modificar, si quieres sentir una emoción distinta:
Debes desactivar la impronta emocional que desencadena esa emoción. ¡Y esto ya se puede hacer!*
Y cuando ante una situación, puedes sentir una emoción distinta, se abre para ti la puerta para abrir el círculo que te tenía encerrado. Tienes, tal vez por primera vez en tu vida, la opción de iniciar un CAMBIO RADICAL.
Así que ya ves: el CAMBIO RADICAL ya es posible, y está a tu alcance. El resto depende de ti.
Y con estas palabras, termina la Mini Serie sobre “¿Cómo Cambiar tu Vida?”. Espero que te resulte muy útil, si te encuentras en un momento vital que necesitas introducir cambios.
Y, cómo siempre, puedes compartir tus experiencias en el hilo de comentarios más abajo. Tus comentarios enriquecerán el contenido de este post.
Y si lo compartes con quien consideres que le puede resultar de ayuda, mejor que mejor. ¡Muchas gracias!
* Existen varios métodos, que yo conozca, que te permiten desactivar una impronta emocional. Como son: PNL, EMDR, Psych-k. Sin embargo, recientemente, he descubierto otro que a mi me ha resultado increíble (conmigo y con mis clientes): Coaching Wingwave® Un método de gran eficacia y velocidad espectacular. Con todo, te sugiero que te informes sobre ellos y en base a esa información tomes tu decisión.
2 comments
Teresa 3 mayo, 2016 at 00:15
Muchas gracias, Carles! Muy, muy interesante este post. Las improntas emocionales no son fáciles de eliminar. Muy acertada tu referencia al sistema límbico y al neocortex. Parece que todas las propuestas últimas nos llevan hacia la neurociencia para ayudar a resolver. Los yoguis ya nos lo llevan adelantando bastante tiempo 🙂 pero ésta puede ser una vía aún más rápida, que es lo importante en este momento.
Gracias también por tu generosidad compartiendo las vías que conoces. Yo habia leído sobre p-key en uno de los libros de Lipton, busqué información, pero no he encontrado nada cerca. EMDR sólo me suena y de PNL haré un curso este verano. Yo he utilizado EFT, que me parece muy eficaz. Lo de Wingwave suena muy bien. Ya he entrado en una pagina web para saber más 🙂
Carles Cantallops 3 mayo, 2016 at 11:32
Muchas gracias, Teresa, por aportar otros métodos en tu comentario! Enriquece mucho el contenido de este blog. 😉
Efectivamente, como dices, existen varios métodos que te permiten desactivar tus improntas emocionales. Y, para mí, este es el primer paso para cambiar algo de verdad: cambiar la emoción con la que experimentas esa experiencia.
El propio Bruce Lipton, en «La Biología de la Transformación», propone otros métodos (que yo personalmente no he llegado a conocer), así que hay para todos los gustos.
El tema es que uno ya tiene la opción de cambiar la emoción con que recuerdas tus experiencias pasadas y la emoción con que anticipas eventos futuros, algo que hace unos años podía sonar a ciencia ficción. Y el Coaching Wingwave es extremadamente eficaz para todo ello.