-¡¡¡Mamaaaaá!!! Suelta las manos… ¡es más divertido!- Le dijo Maddox a Vivianne.
-¡Yo no puedo soltarlas! … es que me va a dar algo
-¡Si no pasa nada!… papá y yo bajamos toda la montaña rusa sin cogernos de las manos.
-Ya, bueno… ¡pero yo no puedo!… créeme.
¿Qué piensas sobre lo que dice Vivanne? ¿Crees que no pude hacerlo?
Cuando una persona está plenamente convencida de que no puede hacer algo, ni la clamorosa evidencia de que hasta lo niños sí pueden, le va a convencer de lo contrario. Y si fuerzas a esa persona y le obligas a hacerlo… ¡hasta le podría dar algo!
Lo que piensas o imaginas sobre la “realidad” es, para tu mente, tan real como la realidad misma. Y la mente sitúa a tu cuerpo en la disposición necesaria para afrontar esa “realidad”
Y es que, lo creas o no, así es como funcionas. Basas tus decisiones en un convencimiento irracional. Basado en evidencias, reales o no, que te indican lo que es posible o no para ti. Lo que es real o no para ti. Lo que está a tu alcance y lo que no lo está.
Y estas certezas tienen un nombre: son tus creencias.
¿Qué son, exactamente, las creencias de una persona?
Según Anthony Robbins*:
Las Creencias son planteamientos preformados y pre-organizados de la percepción, que filtran de una manera coherente nuestra comunicación con nosotros mismos
En base a estas creencias tomas tus decisiones y actúas.
O, como dice Robert Dilts**.
Una creencia no es una estrategia, no es un «como hacer», no es un tipo de comportamiento. Una creencia es una GENERALIZACIÓN sobre cierta relación existente entre experiencias
Es decir, son:
Generalizaciones sobre las CAUSAS: Ej: ¿Qué es lo que causa el cáncer?
Generalizaciones sobre el SIGNIFICADO: Ej: ¿Qué significa que me hayan dejado todas mis ex-parejas?
Generalizaciones sobre los LIMITES: Ej: ¿Cuánto dinero puedo llegar a ganar?
¿De dónde viene las creencias?, ¿cómo se forman?
De tu experiencia vivida (hecho objetivo), sacas unas conclusiones (interpretas y generalizas de forma absolutamente personal y subjetiva). Luego actúas de nuevo con esa información adquirida y la “realidad” te proporciona evidencias que confirman esa interpretación y se consolida, en ti, en forma de creencia.
Te pongo un ejemplo:
No sabes si el fuego quema y tal vez decidas tocarlo. Entonces la evidencia vivida te demostrará que quema. Y asumirás, como una generalización, la certeza en forma de creencia, que todos los fuegos queman y que es mejor dejarlos tranquilos.
Hasta aquí todo perfecto, para esto tienes las creencias. Te ayudan a manejarte en tu día a día.
Te pongo otro ejemplo:
Tienes 5 años, te encanta cantar. Y estás cantando alto y fuerte porqué te sienes muy feliz. Tu madre, la persona más maravillosa del mundo, llega agotada del trabajo y con mucho dolor de cabeza. Y tu no paras de cantar. –¡Calla de una vez esa voz insufrible! ¡no hay quien lo aguante!- Y tal vez asumirás, como una generalización, que todo lo que puedas decir con tu voz será insufrible.
En este caso, la creencia que se forma en ti, puede convertirse en una seria limitación.
Las Creencias Limitantes
Fíjate:
-Bueno, mejor me callo, que no se me da bien hablar, y seguro que voy a decir una tontería.
Podría ser una conducta, en edad adulta, consecuencia del ejemplo anterior.
Esta creencia, sobre tus propias capacidades de comunicación, puede reducir seriamente tus posibilidades de relacionarte con otras personas, o tus posibilidades de mejorar en tu trabajo.
O fíjate en estas otras:
– La mayoría de personas tienen más suerte que yo
– No hay forma de superar un mal comienzo en la vida
– No puedo dominar las nuevas tecnologías
– No puedo vivir sin ese trabajo
– Nunca consigo lo que quiero
– Los otros son mejores que yo
– No soy una persona flexible
– …
Estos son algunos ejemplos de posibles creencias limitantes. Cada cual tiene las suyas.
Pon sobre la mesa tus Creencias Limitantes
Con las ideas que te he proporcionado, deberías de ser capaz de detectar las posibles creencias limitantes que operan en ti. Si no es así, te doy otras pistas.
- En momentos de crisis: Es cuando son más visibles tus creencias. Tu expectativa de la realidad (interpretación) está muy alejada de la realidad misma (hecho objetivo). => Crisis
- Enfermedades recurrentes o crónicas: Autores como Lisa Bourbeau***, Jacques Martel o Enric Corbera sostienen que el cuerpo, a través de enfermedades, nos refleja desajustes entre nuestras creencias y la propia realidad. Si no te bloquea mucho esta idea, esta puede ser otra vía para descubrir que creencias limitantes se esconden detrás de enfermedades crónicas o recurrentes en ti.
- Las siguientes preguntas también te puede orientar, para descubrir tus creencias limitantes, en relación a un objetivo:
- ¿Qué cosas supongo, que me impiden avanzar?
- ¿Qué expectativas tengo que nunca se acaban cumpliendo? ¿Cuál es la distancia entre esa expectativa y la realidad?
- ¿Mis estándares, son demasiado bajos? ¿Demasiado altos? ¿ese nivel me ayuda? ¿Qué me impide modificarlo?
- ¿Qué reglas personales me están frenando?
- ¿De qué cosas suelo quejarme?
- ¿De qué cosas culpo a los otros?
- ¿Qué me lleva a pensar que esto es tan difícil para mí?
- ¿Cuáles son mis excusas?
- ¿Qué significado tienen?
- ¿Qué me aportan estas excusas?
- ¿Cómo pienso sobre mi objetivo?
- ¿Qué resistencias siento para avanzar?
Te propongo que, con todas estas indicaciones, pongas nombre y apellidos a todas las creencias limitantes que te están frenando. Deberías de poder hacer un listado de todas esas creencias que necesitas transformar, para así lograr tus propósitos.
Y si quieres saber cómo transformarlas, no dejes de leer mi último post de la Mini-serie sobre Creencias. Te voy a a mostrar dos sencillos métodos, paso a paso, para lograrlo.
Y, cómo siempre, si quieres comentar algo puedes hacerlo en el hilo de comentarios más abajo. Y, si te ha resultado útil, no dejes de compartir este post en tus redes sociales favoritas. ¡Muchas gracias!
a href=SIHASAKPRACHUM/Shutterstock.com *Anthony Robbins. Poder sin Límites. **Robert Dilts. Cómo cambiar creencias con la PNL ***Lisa Bourbeau. Obedece a tu cuerpo, ¡ámate!. ”Cuando el cuerpo nos habla a través de un malestar o una enfermedad cualquiera, lo hace para ayudarnos a tomar conciencia de una forma de pensar que no es benéfica para nosotros. Esta forma de pensar, aunque de un modo inconsciente, perjudica a todo nuestro ser y entonces aparece el malestar para decirnos que ha llegado el momento de cambiar esa forma de pensar o esa creencia no benéfica. Nos dice que estamos llegando a nuestros límites físicos, emocionales y mentales”
Los artículos que completan la serie son: Guía sobre Creencias 1. Tu Sistema de Creencias Guía sobre Creencias 3. ¿Cómo cambiar Creencias Limitantes?
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