“-Alex, vente a mi despacho inmediatamente. Tenemos que hablar.
Ya en el despacho de Néstor…
-¿Tú crees que esto es de recibo? Si es que lo sabíamos desde el principio y, aun y así, ¿dejamos que pase? ¡Cuantas veces tengo que repetirlo para que alguien me haga caso!
– Ya- replico Alex, -si es que, realmente…
– No quiero oír excusas- le interrumpió Néstor- ¡Quiero resultados! Y ya te he dicho mil veces cómo conseguirlos. No te lo voy a decir una vez más. ¿Cuál es nuestro lema? ’Donde acaban las excusas… ¡empiezan los resultados!’. Así que… sal ahí fuera y ¡consíguelos!
-Oh, sí…- repitió Alex ya fuera del despacho, -’Donde acaban las excusas…’ ”
¿Qué crees que pretendía Néstor al llamar a Alex a su despacho?, ¿crees que, realmente, lo consiguió?, ¿cómo crees que se siente Alex en una relación laboral así?, ¿crees que Néstor controla, la situación?
Si tu respuesta es:
- Hacerle feedback.
- No
- Mal, y…
- No
Entonces opinas como yo.
Bueno, realmente, el ejemplo parece un tanto exagerado… ¿verdad? Sin embargo, y presiones laborales a parte, ¿qué es lo que hace que, tantas veces, se repita esta situación?
¿No sabes ofrecer Feedback?
En general, las personas, no sabemos ofrecer un feedback efectivo. Y tú, ¿sabes proporcionar feedback?
Sin embargo, el feedback, constituye uno de los elementos más importantes de la comunicación. Del feedback sale la información más importante que una persona le puede ofrecer a otra… siempre y cuando sea objetiva, descriptiva y no personal o juzgando.
-Entonces- te estarás preguntando, -¿cómo se hace, esto de dar feedback?
Fíjate…
“-Dime, Madox, ¿cómo has pintado este color?
– He mezclado el azul y el rojo. No tenía violeta, mamá.
– Sí, ya veo, ¡es violeta! Y ¿que más has hecho?
– Le he pegado unas estrellas en el gorro, las brujas vuelan entre las estrellas… ¿verdad?
– Si, eso dicen. Y ¿qué más veo debajo de la bruja?
– Su escoba. Las brujas tienen escoba. ¡Con ella pueden volar!
– Sí, y es muy grande.
– Y… ¿qué más le falta a tu dibujo?
– Pues… a ver, no se…
– ¿Me permites que te de una pista?
– Sí, claro.
–Es algo que tienen las brujas en la nariz.
– Ah, ya sé. ¡Una verruga! Las brujas siempre tienen una verruga en la nariz.
– Eso es, Madox. Cuando lo termines, me lo enseñas”
¿Notas la diferencia entre el feedback aplicado por Vivianne y el aplicado por Néstor?
¿Consigue Vivianne, que Madox vea sus propios logros?, ¿consigue que mejore lo que le faltaba?, ¿conoce, Vivianne, la realidad interior de Madox? ¿Cuál es el estado de ánimo de Madox? ¿Se implica y responsabiliza, Madox, para lograr lo que falta?, ¿crees que Vivianne consigue lo que se propone?
Feedback Efectivo
Probablemente tu respuesta será muy distinta a la del caso anterior. En esta ocasión, Vivianne le ha hecho un gran regalo a su hijo Madox. Le ha proporcionado Feedback de verdad. La diferencia es notable… ¿no?
Con este proceso no solo entras a fondo en las causas del “problema” sobre el que quieres proporcionar feedback. Sino que, y más importante, le dejas a la persona descubrirlo por si misma.
Esto le permite crecer. Toma consciencia de la situación. No se ve atacada. Siente que puede exponer libremente el problema y, por tanto, es capaz de encontrar la solución. La suya propia, con lo que se va a responsabilizar al 100% en su cumplimiento. Consciencia y responsabilidad. Esta es la fórmula.
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