¿Te ha pasado alguna vez?
Necesitas tomar una decisión y tienes tal lío en la cabeza que no sabes por dónde tirar.
Y entonces te acuerdas de lo que te dijo tu coach… ¡y le haces caso! Manos a la obra, y confeccionas tu lista de «pros» y «contras». Y luego eliminas los “debería”, y los sustituyes por “objetivos”. Y eso lo pasas por el filtro de tus “valores” para que la decisión que vayas a tomar sea coherente contigo mismo. Y luego…
Llegados al final de todo el proceso, ya puedes tomar tu decisión. Y en esos momentos te das cuenta que… ¡el lío es todavía mayor! No tienes certeza de nada. Estás en un mar de dudas. Y te dices, para reconfortarte: -Bueno, la vida es así, nunca se puede tener la certeza absoluta en nada.
Pues alguien te lo tenía que decir: ¡estás equivocado!
Puedes tener la certeza absoluta, sobre cualquiera de las decisiones que tomes en tu vida
Y, si continúas leyendo, sabrás como hacerlo.
La lógica racional
Estás en una sociedad en la que se te ha educado para pensar… de forma racional.
– Piensa antes de actuar.
– Pondera los pros y los contras.
– Esto no es lógico, ¿verdad?. Olvídate…
…
Y esto, a mi modo de ver, está muy bien. Está muy bien para darle forma a una decisión; no para tomarla.
¡La mente es muy creativa!, y creará todos los argumentos que tú necesites para sostener una decisión. Y si no existen, se los inventa. Para la mente cualquier opción es posible. No hay límites para su creatividad. ¡Es maravillosa, verdad!
Pero esto te sitúa en un aprieto cuando, de lo que se trata, es de tomar una decisión.
La mente es muy buena para crear, pero no para decidir lo que se debe crear
Y ahora fíjate en lo siguiente:
La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos*
Ya lo decían hace más de 4.000 años. En toda creación debe haber un principio masculino y otro femenino.
La génesis de cualquier decisión
La mente es femenina: Como la Madre, como la Tierra.
Tiene la capacidad de crear, crear y crear. Y lo hace muy bien. Y no tiene límites. Pero le falta el principio masculino. La semilla. La esencia. El espíritu de lo que se va a crear.
La esencia de una decisión no se puede encontrar en la mente, se encentra en otro lado. La propia palabra apunta a donde. La esencia se encuentra en la parte más esencial de ti. En tu Ser. En tu espíritu.
Cualquier decisión que vaya acorde con tu esencia, será buena para ti. En caso contrario no
Tu espíritu, tu esencia más profunda, es la que marca el rumbo. Y tú puedes saber de ese rumbo, escuchando lo que dice tu corazón.
Para decidir es mucho mejor guiarse por el corazón que por la razón
Y una vez tomada la decisión, deja trabajar a la mente; que ya sabrá lo que tiene que hacer.
El corazón, cómo el algodón, no engaña
El problema es que, en esta sociedad, hemos perdido la costumbre de escuchar al corazón. No oímos su voz. No sabemos cómo nos habla. Y, entonces, siempre vivimos en la duda.
Un perro no ladra y luego te dice: -Hay, perdona, no tenía que haber ladrado- Un perro hace, lo que sea que haga, con absoluta certeza. Con la plena convicción que eso es lo que debía hacer.
Las personas siempre nos movemos en un océano de dudas. Nunca tenemos certeza de nada. Y, en mi opinión, es porqué no escuchamos nuestro corazón. Nos hemos desconectado de nosotros mismos.
El corazón no engaña, es la voz de tu maestro interior
Y te dará la certeza de si esa decisión es buena para ti, o no. Otra cosa es saber todas las consecuencias de esa decisión. Eso es imposible. Y alguna de ellas puede que no te guste. Pero siempre tendrás la certeza de que esa decisión era buena para ti.
Si quieres tener certeza sobre una decisión, observa como te sientes tomándola. Tanto en un sentido como en el otro. Y sabrás, sin ningún tipo de dudas, el camino a elegir.
El condicionamiento de la sociedad
El problema, en mi opinión, es externo. Y viene por partida triple.
1. Por un lado estamos absolutamente desconectados de nuestras emociones. Y de esto se encarga toda la sociedad desde que nacemos.
• El niño llora; dale un caramelo para que se calle => el niño se desconecta de su emoción
• El adulto se siente vacío; la sociedad te dice que necesitas tener este coche, ver este espectáculo,… para sentirte mejor => nos mantenemos desconectados de nuestras emociones.
En estas condiciones no es posible sentir lo que te dice tu corazón. ¡No sabes ni dónde está!
2. Pero ¿qué pasa con esas personas que sí sienten su corazón? Pues para ellos está el Paradigma imperante. El cual proporciona absoluta preponderancia a la lógica racional, por encima de cualquier otra consideración.
De tal manera que si lo que sientes te lleva en una dirección, que no es la “que toca”, tu mismo te dices (muy a pesar de lo que estás sintiendo) -Bueno, está muy bien lo que siento pero lo que me conviene es…
Y entonces pasan cosas como que:
• Continúas en un trabajo, aún sintiendo que no es lo que toca…
• O, sin ir tan lejos, continúas haciendo caso a tu jefe, aún sintiendo que no es lo que deberías…
• No te permites ser tu mismo, aún que te sientes mal con ello, porqué no se corresponde con el canon establecido
• Te endeudas para comprar cosas que no necesitas
• …
Y tu vida se llena de dudas. Se llena de decisiones que no tienen nada que ver con tu esencia.
3. Y ya, para rizar el rizo, aparece el tercer factor de desconexión. Como te sientes tan mal con tu situación, cómo no le ves sentido a nada de lo que le pasa a tu vida, acabas desconectando de ti mismo… para no sufrir. ¡Así, por lo menos, no sufres!
Con este triple condicionamiento de tu entorno, no decides según lo que tu esencia te pide. Decides según lo que te pide el entorno. Y esto te genera una gran incomodidad. Una gran incertidumbre.
Y el precio es que, a la postre, ya no sabes que decisión debes tomar. Porqué, aún que notes que es la que toca, no te gusta. Ya que rompe con todas las decisiones que has tomado hasta ahora. Y te resistes enormemente a seguir ese camino, el camino de tu corazón. ¡Que locura, verdad!
Decidir con Certeza
La solución, por una vez, es muy simple:
Toma tu decisión basándote en lo que sientes. ¡Y el sentimiento está ahí! Sólo tienes que pararte un rato a prestar atención.
• ¿Sientes paz con esa decisión? Ese camino es el tuyo
• ¿Pierdes la paz con esa decisión? Ese camino es el de otro.
Y atención que digo paz y no otra cosa. Porqué cualquier emoción positiva te llevaría al deseo y cualquier emoción negativa te llevaría a la resistencia interna y la no aceptación. Y tanto una como la otra acabarían provocándote sufrimiento. Aquí estaría entrando el Ego por la puerta de atrás.
Así que ya ves. ¡La solución es más fácil de lo que pensabas!
Decide desde el corazón, y recupera la certeza para tu vida
Y, como siempre, si este post te ha resultado útil, compártelo con aquellas personas que creas que les puede servir. ¡Muchas gracias!
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* El Principio de Generación. El Kybalión
4 comments
Emma 28 febrero, 2016 at 11:25
Hola! No lo podías haber explicado mejor. Brillante! Si puedo aportar mi granito de arena os diría, ante una decisión yo escucho si mi cuerpo se siente auauhhh o choffff y es como un medidor de temperatura que me sirve de guía. Es la voz de mi corazon.
Carles Cantallops 28 febrero, 2016 at 21:46
Qué palabras tan positivas! Muchas gracias Emma!
Sentir ese uauahhh o ese chofff… de eso se trata. Conectar con lo que está dentro, ese es el gran indicador.
Gracias por tu granito de arena! 😉
Teresa 26 febrero, 2016 at 11:20
Sobresaliente !!!!!!!
Esta conexión con lo espiritual es fundamental ( Ya lo dije en otra ocasión, y » me reitero», pero me entusiasma este coaching )
Gracias!!!!!!!!
El post anterior lo utilizamos en un curso con profes para llevarlos a la reflexión sobre los objetivos de la enseñanza. Para mostrarles el enfoque de la nueva demanda social y que es lo que la escuela oerta/ofrece.
Gracias tb por ese !!!!!!
Carles Cantallops 26 febrero, 2016 at 19:58
Uow Teresa!!! Muchas gracias por tus palabras!
Me alegra muchísimo que mis posts te aporten ideas para tus cursos con los profesores. A ver si, entre todos, podemos aportar granitos de arena a este gran cambio, que tanta falta hace.
Mil gracias por comentar de nuevo en el blog. Espero los siguientes! 😉
Un fuerte abrazo!