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A menudo me he preguntado ¿por qué las personas tenemos la personalidad que tenemos? ¿Qué hay, en nosotros, que nos hace ser cada uno como somos? Y, en última instancia, ¿se puede cambiar de personalidad?

En este post, voy a tratar de responderte a ello, a través de mi propia historia personal.

En mi caso, siempre me he considerado una persona más introvertida que extrovertida. Incluso, cuando era pequeño, mis padres y quienes me conocían decían de mí: -Es que es un poco tímido…

Ya puedes imaginarte que, condicionado por la sociedad en la que vivimos, esta no fuese la «cualidad» que más adoraba en mí. “Creía”, más bien, que esto era una «debilidad» que necesitaba cambiar, o por lo menos esconder.

¿Qué es tu personalidad?

Hoy sabemos que la personalidad es una estructura psicológica que creamos, desde pequeños, para protegernos.

Desde el momento en que naces, si no antes, tu Ser experimenta una herida profunda como consecuencia del proceso de separación con tu madre. Quien representa, desde un punto de vista biológico, la propia vida.

Experimentas, por tanto, separación de la vida y esto te genera sufrimiento. Mayor o menor en función de tu estructura psicológica básica y tu experiencia vital.

Para protegerte de ello, tu “yo niño” empieza a construir tu personalidad echando mano de lo que tiene. Y crea un conjunto de corazas basadas en tus fortalezas, habilidades, experiencias, valores, creencias,… Y que se articulan en función de tu propio patrón psicológico básico.

Con el tiempo, los psicólogos dicen que entorno a los 35 años**, tu identidad personal está completamente formada. Con todas tus “defensas” y automatismos perfectamente ensamblados. Ya tienes tu propia personalidad, con quien te identificas plenamente, y que según Richard Risso* se corresponde con uno de los 9 patrones básicos posibles de personalidad.

¿Se puede cambiar de Personalidad?

Y me refiero a cambiar tu estructura psicológica personal, tu patrón básico de personalidad. No un simple cambio de conducta, como hacen los actores. El esfuerzo que supondría esto, en la vida real, no lo hace sostenible. Ya que…

… la conducta es una consecuencia de tu personalidad, no al revés

En lo que a la personalidad se refiere, Russ Hudson y Don Richard Risso sostienen que…

“Si bien en todo el mundo se da una cierta combinación de tipos en su personalidad global, una pauta o estilo particular es nuestra “base” y volvemos a ella una y otra vez. Nuestro tipo básico continúa siendo el mismo durante toda la vida. Aunque la persona cambia y se desarrolla de numerosas formas, no cambia de un tipo de personalidad a otro”*

Según esto, tu personalidad es de por vida, y no hay opción al cambio. Así que, si lo que quieres es cambiar algún rasgo de tu personalidad… ¡malas noticias: NO se puede!

Tu esencia

Pero fíjate, y aquí viene lo bueno. Tu vienes a este mundo con tu propia esencia. Tu esencia eres tú: tu Ser. Y es única. Y lo que más deseas es expresarla con total plenitud: “Ser” tu mismo, para esto has nacido. Y en cambio…

… tu personalidad es solo un reflejo de tu esencia en este mundo

Por esto, ni mas ni menos, tu personalidad es la que es. Tu personalidad es una parte de ti, pero no es el todo. Y lo que pasa es que crees que tu personalidad, tu Ego, es todo lo que tu eres.

E, irónicamente, lo que creas para protegerte, tu personalidad, llega un momento que acaba estorbando. Impide que toda tu esencia se manifieste en plenitud. Te has perdido en tu personalidad. Has perdido la conexión con tu parte profunda. No sabes quien eres, ni lo que necesitas, ni lo que quieres.

Cambiar de Personalidad F1

Llegados a este punto, no hay que intentar cambiar de personalidad, no luches con tu Ego. Lo que hay que hacer es integrarla. Y cuando te reconoces en ese reflejo de ti que es tu personalidad, y lo integras como una parte de tu totalidad, entonces estás en disposición de ir un paso más allá. De trascenderla. Y tu esencia empieza a expresarse, de forma masiva, a través de ti. Para esto naciste.

-Bueno, bueno, bueno,…- estarás diciendo, –y entonces…

… ¿cómo se trasciende la propia personalidad?

Creo que en esto no hay recetas. Cada uno debe hacer su propio camino. Todo lo más que se pude hacer es guiarse un poco por el camino de otros, y luego andar los propios pasos. Te cuento los míos, por si te sirven.

En mi caso, yo acepté como cierto para mi que esa timidez y tendencia a la introversión era una “debilidad”. Y cree mi personalidad con defensas para protegerme de algo que la sociedad veía en mí como “negativo”, y yo también.

Y ¿qué pasa cuando ves algo en ti que no te gusta? Pues que no lo aceptas. Y, a veces, hasta te obsesionas con ello.

Y ¿qué pasa con aquello en lo que te obsesionas? Pues que se hace más grande en tu vida, ya que tienes puesto tu foco en ello.

Y aquí viene el que es, en mi opinión, el primer elemento necesario para poder trascender tu personalidad.

Autoconocimiento

En mi caso, ¿qué sucedió?

Descubrí, en su momento, que yo era una Persona con Alta Sensibilidad (PAS**). Y esto significa que mi sistema nervioso detecta, de forma natural, más sutilezas que la mayoría de personas y con mucha más intensidad.

Y las PAS, en nuestra sociedad, pueden tender a la introversión y la timidez como medida de protección. En otras sociedades, como la oriental, no. Ya que estos rasgos del carácter se ven como positivos, y entonces estas personas no necesitan generar esas defensas psicológicas en su personalidad.

Pues así soy yo. Imagínate un niño pequeño recibiendo toda esta cantidad de información. Olas de emociones a gran escala recorriendo su cuerpo. En mi caso, al ver eso como algo negativo y no poder digerirlo, decidí de forma inconsciente bloquearlo, minimizarlo y ocultarlo. Lo que se manifestó, externamente, como cierta timidez e introversión.

La Aceptación

Sin embargo, fíjate:

Lo que pude verse como un problema: “-Los hombres no sienten emociones, esto es cosa de mujeres. En esta sociedad hay que ser fuerte y competitivo, si eres sensible y emotivo tienes un problema- Creencias, creencias, creencias,…

Pude verse, también, como un gran don: -En esta sociedad, donde la Inteligencia Emocional es determinante para el éxito, disponer de un radar emocional de «alta definición» equipado de serie es una ventaja increíble, ¿no te parece?

Por tanto…

…la realidad nunca es un problema, sino la interpretación que tu haces de ella.

En última instancia no cambias tu personalidad, sino que re-defines tu relación con ella. Y eso, como verás, al final lo cambia todo. Ya no necesitas ocultar ni bloquear nada, ni tampoco cambiarlo. Necesitas aceptar lo que ya es, ya que negarlo es una absoluta tontería. Lo que ya es… es, punto. Lo que sucede es que esto, a menudo, cuesta.

El Perdón

Y con la aceptación llega el perdón. Perdonas que, cuando niño, crearas los mecanismos de tu personalidad para defenderte. Personalidad que ahora te limita. Y, con la aceptación y el perdón, dejan de ser necesarias las defensas.

Lo irónico de todo esto es que, cuando no te propones cambiar lo que ya es, sino que lo aceptas y lo integras, entonces lo trasciendes. Consigues ir un paso más allá de tu personalidad. Ya no te identificas solo con ella. Y esta se hace menos densa en tu vida, menos importante para ti. Tu Ego se debilita y esto permite que aflore tu propia esencia. Que siempre estuvo ahí, esperando pacientemente que hicieras tu propio proceso de…

AUTOCONOCIMIENTO => ACEPTACIÓN => PERDÓN

Entras en una nueva etapa en la que tu «personalidad» sólo es un «instrumento». Un instrumento a través del cual una parte de tu esencia puede desplegarse en este mundo.

Trascender la Personalidad: Trascender el Ego

El tema es que te olvides de cambiar aspectos de tu personalidad. ¡Esto no se pude hacer! De lo que se trata es de cambiar las creencias que tienes respecto ellos. Y las creencias sí se pueden cambiar. Hacer esto te va a ayudar a aceptar esos aspectos «negativos» de tu personalidad. Te va a ayudar a integrarlos.

Tu personalidad no es ni buena ni mala, no hay personalidades mejores y peores. Sólo se trata de una etiqueta que le has puesto tú o la sociedad en la que vives. Cambiando la etiqueta resuelves el «problema». Y, para realizar este proceso, tal vez te sirvan las pautas que a mí me han servido.

Y, como siempre, si te ha resultado útil este post, no dejes de compartirlo con quien consideres que le pueda servir. ¡Muchas gracias!

*Don Richard Riso & Russ Hudson. La sabiduría del Eneagrama.
**Joe Dispenza. Deja de ser tú.
***Elaine Aron. El Don de la Sensibilidad.

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